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Quiero aprender griego clásico, quizá como autodidacta, pero no sé cómo hacerlo. ¿Por dónde empezar?

05/04/2021

[Esta entrada tiene una contraparte sobre el aprendizaje del latín]

Me he decidido a escribir esta entrada porque, tras varios años aconsejando a gente que me pregunta cómo puede aprender griego, acabo dando los mismos consejos. Pienso que el hecho de responder privadamente impide que otros puedan beneficiarse de esta información que, dicho sea de paso, a mí me hubiera ahorrado años de trabajo y de dudas en su día. Dada la cantidad de gente que tiene alguna curiosidad por el griego clásico pero no está metida en el mundillo, ni sabe por dónde empezar, ni cómo, ni con qué, considero que puede ser útil escribir esta entrada desde mi experiencia. Dado que trato lo que yo he usado, esta entrada no tiene el objetivo de ser omnicomprensiva ni abarcar la totalidad de medios para el aprendizaje del griego clásico.

Esta entrada seguirá de forma cercana a su contraparte latina, y en algunos casos los consejos, como en la última sección, y que se indicarán en su momento, estarán copiados directamente. Sin embargo, esta entrada lidiará exclusivamente con el aprendizaje del griego.

Assimil Le Grec ancien / Il Greco antico

El libro que me salvó la vida y me ahorró cientos de horas de estudio inane. Absurdamente desconocido (¿ignorado?) incluso entre autodidactas de griego. La mayor parte de manuales no está pensada para autodidactas, éste sí. Si he logrado aprender griego ha sido gracias a la base que me proporcionó este libro tras meses y meses de sufrir con otros.

He publicado una crítica bastante detallada del libro en versión francesa aquí (que vale también para su versión italiana, que es idéntica) y otra reseña sobre el método de dicha editorial aquí. Recomendaría leerlas antes de continuar o volver aquí una vez leído todo, no lo copio aquí por razones de espacio y por no cansar con una entrada infinita.

Athénaze

Aunque suele recomendarse el curso de Athénaze, me parece que esto se hace más por prestigio de las instituciones que lo usan, inercia de quienes lo han usado y desconocimiento de otros materiales más aptos que por su idoneidad como método para autodidactas. No porque el curso sea malo, sino porque es extremadamente árido o al menos a mí me lo pareció. Es una serie de manuales que puede ser muy útil en un aula con un profesor capaz y que sepa bien griego, pero para quien vuela solo pueden llegar a ser desesperantes. Por eso no recomendaría a nadie empezar por este, sí en cambio perfeccionarse con el mismo después de haber trabajado el Assimil.

El curso de Athénaze se corresponde con dos volúmenes que, en su versión italiana, pretenden orberguizar la versión inglesa original del libro. Aquí enlaces al primer curso y al segundo curso (en italiano).

Pars dēstruēns: Aunque se aproxima a los principios didácticos y editoriales del método Lingua Latīna per sē Illūstrāta, es evidente que no consigue alcanzar la transparencia y progresión del material que presenta Orberg. Y esto es porque Orberg concibió su libro como un todo en el que cada parte, cada expresión y cada pieza encajan y se refuerzan, no hay nada dejado al azar y todo se explica de forma clara. Las longitudes de las lecciones del LLPSI están estudiadas, se empieza por cosas sencillísimas y se va construyendo encima. Orberg lo concibe de cero con una serie de principios, mientras que el Athénaze italiano es una adaptación/aumento/mejora de un método inglés previo y que no se basaba exactamente en los mismos principios didácticos ni métodos que Orberg. En Athénaze encontramos de todo: un primer capítulo en el que aparecen palabras que no se incluyen ni en el glosario (τὸ ἕρμα) o que son ciertamente extrañas para una primera lección, capítulos de 4 páginas al comienzo que pronto (ya en el capítulo IV) pasan a tener ni se sabe cuántas para luego volver a un número pequeño… A mayor abundamiento, puestos a buscar diferencias entre Orberg y el Athénaze, si bien las explicaciones del LLPSI están sólo en latín (aparte del libro del alumno, para mayor claridad), en este libro están en italiano. Aunque debe de ser una edición muy mejorada de la original inglesa, es evidente que con estas limitaciones su aptitud para enseñar a autodidactas es mucho más restringida. Pese al número de glosas en los márgenes a base de dibujos y sinónimos/antónimos, etc, basta fijarse en la cantidad de notas en italiano para ver que es algo que no alcanza la transparencia del LLPSI. Y si están en italiano, tanto nos da empezar con este libro que con el de Assimil. Puestos a elegir, mejor empezar por el manual de una editorial especializada en métodos de idiomas para autodidactas y que tiene audios que un libro que no está pensado en este tipo de estudiante. Otro punto flaco de este método es que hasta donde me consta no existen grabaciones del Athénaze, aunque hay algunos proyectos, como el de Scorpio Martianus. Un libro de idiomas sin audios es la mitad de útil.

Pars cōnstruēns: Ahora bien, esto no significa que el libro sea malo o que sea inútil, sencillamente no ofrece de primeras y para alguien que esté solo y sin experiencia una entrada fácil al idioma si uno no cuenta con un profesor. Es mejor intentar paliar esto a través de otras vías, como vengo diciendo. Si el camino propuesto, aunque sea corto, está lleno de zarzas, es mejor un rodeo y llegar, aunque sea algo más tarde, al mismo destino. No por ser corto es mejor si el resultado es salir de ahí sangrando.

Por otro lado estoy convencido de la utilidad de usar los libros de Athénaze tras haber leído el Assimil. Porque si algo bueno tiene el Athénaze son las cantidades ingentes de texto con el que practicar todas las formas verbales y declinaciones imaginables tras tener una buena base. Además cuenta con varios libros de ejercicios (Μελετήματα A y B) y lecturas adaptadas (el Ephodion, el Cuadro de Cebes) que sirven para profundizar en lo visto por los libros de texto.

Una de las ventajas del Athénaze aparte de la gran cantidad de texto más o menos progresivo es que se ven aspectos de la gramática que, por falta de espacio, no se ven en el Assimil (por ejemplo, se ven de manera mucho más exhaustiva los verbos en -μι y, dentro de lo no explicado en el Assimil, se trata el futuro perfecto y el pluscuamperfecto). Los libros de Athénaze yo los concebí como volúmenes de lectura y perfeccionamiento tras haber usado el Assimil. La gran cantidad de ejercicios y texto seguido los hacen el complemento perfecto para pulir las cuestiones que hayan quedado por explicar.

Por supuesto, si se tiene un profesor que sepa expresarse en griego y tenga cierta fluidez y haya usado este libro es útil, pero dado que la entrada va sobre autodidactas no voy a extenderme más sobre este punto. Más abajo podrá encontrarse un pequeño listado de instituciones que imparten clases de griego (hasta donde me consta).

Otros recursos

Estos libros nos proporcionan un vocabulario de entre 1700 (el Assimil) y 2200 palabras (los dos volúmenes del Athénaze), así como la totalidad de la gramática que nos podamos encontrar. Suponiendo que no todas se repiten en los respectivos glosarios vamos a estimar que el total de palabras con ambos métodos alcanza las 2500 más o menos. Hemos visto toda la gramática y tenemos una base relativamente sólida. ¿Ahora qué?

Pese a haber visto fragmentos de autores más o menos adaptados en ambos métodos, es evidente que con 2500 palabras todavía no podemos pasar a la lectura de los clásicos, porque o bien eran hablantes nativos que tenían un vocabulario sustancialmente superior, o incluso habían obtenido, en muchos casos, una esmeradísima educación retórica que nosotros no. En cierta medida siguen fuera de nuestro alcance, aunque nos hayamos acercado mucho.

Dado que ya nos hemos hecho con toda la gramática, lo siguiente que queda es aprender vocabulario, expresiones, colocaciones… Existe un desnivel entre nosotros y los autores. El modo de salvar este desnivel es ampliar nuestro vocabulario de modo que las incógnitas de los textos se vayan revelando.

Creo que uno de los mejores modos de hacer eso es con las Fábulas de Esopo. Las fábulas son relativamente cortas, el vocabulario, las cuestiones y la gramática suelen ser bastante sencillo y en algunos casos conocemos los argumentos de las mismas o las hemos leído también en nuestra lengua, cosa que nos facilita mucho la tarea. Que sean cortas nos garantiza una pequeña unidad de información que podemos repetir cuantas veces queramos. Es más fácil leer y entender una fábula y escucharla unas cuantas veces a lo largo de un día que leer un texto de diez páginas y tardar 15 minutos. Al final ni apetece, ni retenemos todo, y en total acaba llevando mucho tiempo.

Las fábulas de Esopo se pueden encontrar fácilmente en internet (aquí una versión bilingüe en griego y francés, con sus audios respectivos). Son aproximadamente unas 360, por lo que viendo dos al día en 6 meses se ventila el asunto y se va tomando soltura. Con que cada una tenga cinco palabras o expresiones nuevos en promedio, al cabo de 6 meses habremos adquirido 1800 palabras, expresiones o colocaciones nuevas. Posteriormente sería cuestión de releerlas y escucharlas, y habiéndolas visto ya podemos ir incluso más rápido y con más soltura.

El mismo que hizo las grabaciones de Esopo ha publicado una adaptación orberguizada y exclusivamente en griego, con imágenes, antónimos/sinónimos/explicaciones del Sprechen Sie Attisch? (¿Habla Vd. ático?) de Johnson, también con grabaciones. Este es un libro muy centrado en el aprender a hablar y expresarse, y es relativamente corto. Está disponible libremente para su descarga.

A partir de aquí yo diría que se puede pasar a ver otros libros adaptados, de clásicos u otros. En España se editó, adaptando el A Greek boy at home de Rose y se publicó ilustrado a la manera del Lingua Latīna per sē Illūstrāta de Orberg bajo el título Aléxandros, tó hellenikón paidíon. Este método cuenta con grabaciones del texto tanto con la pronunciación restituida griega como con la moderna y la historia es bastante asequible con el nivel conseguido tras el Assimil y Athénaze. Además tiene una página con muchísimos recursos, explicaciones, ejercicios y actividades adicionales, los audios, etc. En Cultura Clásica han publicado también otros libros similares que, sin embargo, no he tratado, pero que tienen buena pinta (los Diálogos de Carbonell, los cuentos de Jará…). Aquí hay más información sobre ellos.

En los últimos años han venido publicándose ediciones de clásicos con comentario gramatical, vocabulario y explicaciones de puntos concretos de la gramática a cargo tanto de Geoffrey Steadman como de Evan Hayes y Stephen Nimis. Del primero hay ediciones de algunos clásicos latinos, pero tanto unos como otro tienen bastante material en griego. Además cuelgan los archivos en PDF en las páginas respectivas, si se quiere curiosear qué ofrecen o descargarlo.

Cada libro de los anteriores proporcionará un vocabulario de unos cuantos cientos de palabras, aunque probablemente los rendimientos vayan decreciendo según se lea. Además van intercalando explicaciones sobre puntos varios de la gramática a lo largo del texto (cómo se habla de posibilidades, cómo se forma el estilo indirecto, cosas de ese estilo). En cualquier caso creo que son un recurso muy interesante para introducirse, con guía, en la lectura de los clásicos en un plan más serio y real. También pueden ayudar los Diálogos de Blackie, publicados en griego e inglés en columnas paralelas.

Tampoco faltan recursos varios que andan creándose en internet, como por ejemplo la página de Λέανδρος.

Libros de Comenius

Mal está citarse a uno mismo pero si mi proyecto de editar a Comenius sale bien, creo que podré ayudar a construir la rampa para acceder a los autores de manera bastante eficaz. Me extendí ya a propósito del mismo en la entrada sobre métodos para aprender latín y también en la presentación que escribí, por lo que no insistiré más aquí. Si se desea profundizar en el vocabulario de la vida diaria y de la lengua griega hasta aproximadamente el siglo XVII, creo que será una buena inversión profundizar por este camino.

¿Cursos?

Aunque estoy centrándome en el aprendizaje autodidacta, nada obsta para acudir a algún curso o jornadas en algún lugar. Cursos de verano en el Vivarium Novum, en los que se usa el Athénaze, salvo error mío. La Schola Latina también imparte lecciones con el Athénaze. También el OYPANOS (contraparte griega del latino CÆLVM) y los Dialogoi Hellenikoi, el Instituto Polis (que además tiene su propio manual de griego, llamado Polis, aunque más centrado en el griego koiné)… En Classics at Home (son españoles) me consta que enseñan griego con pronunciación moderna y empezando por el griego moderno. Además existen unas jornadas/estancias de verano en Grecia, llamadas Idyllion, en Selianitika.

Sin embargo, como yo sólo he sido autodidacta, no puedo añadir más información sobre ninguno de estos lugares.

¿Griego moderno?

No he explorado la vía del griego moderno para pasar de ahí al antiguo, por lo que poco consejo puedo dar. Sin embargo, dado el mayor número de métodos y hablantes de esta variante, es posible que resulte más sencillo adquirir un conocimiento somero del mismo de forma activa y de ahí saltar al clásico. Sé de gente que ha empezado o aprendido así, pero poco puedo añadir yo a este respecto. El contraejemplo que supone el griego moderno señala de manera evidentísima la necesidad de contar con libros de griego que sean verdaderamente comunicativos y no meras guías para la lectura de autores. Un desiderátum.

Otros consejos

[Esta última sección está copiada de la parte latina, por lo que siendo la última, se puede saltar si ya se ha visto]

Aparte de todos estos manuales que puedan utilizarse, quisiera sugerir algunos pequeños consejos que me han servido para perfeccionarme (más allá de la insistencia en los audios…).

Aprender un idioma es familiarizarse con una serie de cuestiones: el vocabulario, la gramática y varias estructuras, y cómo se manipulan. Para el aprendizaje del vocabulario, sobre todo para su repaso, no puedo sino recomendar el elaborar fichas al efecto y que se repasen de manera frecuente, aunque sean unas pocas cada vez. Pueden hacerse en papel o en aplicaciones como Anki (gratuita y disponible para varias plataformas). La posibilidad de repasar el vocabulario, autocorrigiéndose (dado que en el reverso de la ficha está la solución), de forma periódica y, sobre todo variada nos ayuda a asimilar las palabras, expresiones, refranes que vayamos viendo. Y digo variada porque como las fichas pueden barajarse, se incluyen nuevas continuamente, las que ya se han aprendido se destruyen. El modo en que se secuencia el vocabulario para aprenderlo va variando, y en este sentido a mí me parece mejor que aprenderlo directamente a partir de una lista. A mí me pasa que de una lista acabo sabiéndome muy bien las primeras palabras, pero las del final suelen permanecer un poco en la sombra. No es muy divertido leerse una y otra vez la lista de la compra. Con fichas de vocabulario las palabras se tratan como unidades discretas de información que van afianzándose en la mente poco a poco a base de repetir de forma espaciada, prueba y error, etc. Además, el hecho de que estén escritas por ambas caras (en el papel) permite no sólo adivinar el significado en español de una palabra latina, sino también al revés, intentar encontrar la traducción de la palabra española simplemente dándole la vuelta al taco de fichas. En el caso del programa Anki esto lo hace automáticamente con el paso del tiempo, poniendo una u otra cara de la ficha. Un poco de trabajo constante y repeticiones espaciadas del material obran maravillas y simplifican enormemente el proceso.

Hay todo un mundillo de políglotas de internet y también un montón de métodos diferentes para aprender. Hay foros enteros repletos de discusiones sobre cuáles son los mejores métodos para aprender tal o cual idioma (me refiero tanto a manuales como técnicas) o aprendizaje de idiomas en general. Cada maestrillo tiene su librillo y al final siempre se pueden adaptar o combinar varias para nuestros objetivos específicos según nos vengan mejor.

Aparte de las fichas de vocabulario otra cosa que viene bien es tratar el texto del manualillo de que se trate (o fragmentos del mismo) como un arenero para jugar antes que como un texto meramente estático. Me explico: de unas cuantas frases o párrafos podemos ir perfeccionando cosas que hemos aprendido posteriormente, aprovechando que ese texto está ya escrito. Por ejemplo, si en algún momento aprendemos el futuro, podemos tomar algunas frases sencillas del comienzo del libro y conjugar los verbos en futuro; en griego, con los aoristos. Se puede también variar el género y el número de lo que se trate, pasando los masculinos a femenino, los singulares a plural, y viceversa, para perfeccionar y hacer más sencillo el concordar verbos y adjetivos en género, número, aspecto… Como tomamos algo más sencillo jugamos con la ventaja de que es un entorno seguro en el que cambiamos una o dos cosas cada vez.

En el mismo sentido, ayuda ir amplificando las frases o conceptos según aumentamos el vocabulario o vamos aprendiendo colocaciones, tiempos verbales, etc. De una frase sencillísima como Veo el gato podemos ir sacando progresivamente: veo el gato. Veo el gato negro. El gato negro está en el tejado. Veo el gato negro que está en el tejado. Veo los gatos negros que están en el tejado. Ayer vimos los gatos negros que estaban jugando en el tejado. Podemos ir variando a placer la complejidad de frases absolutamente banales, lo cual nos ayuda a automatizar las conjugaciones y las declinaciones de manera más sencilla que mirar o copiar las tablas. Para formar párrafos complejos ayuda mucho manipular frases de este estilo.

En su día adapté un poco la técnica del scriptorium de Alexander Arguelles, que consiste básicamente en leer una frase en voz alta, copiarla mientras se dice cada palabra en voz alta, y una vez terminada de copiar, se vuelve a decir. Una cosa bastante tonta pero que implica prestar atención a lo que se va viendo en la lección.

En su día también utilicé su técnica de shadowing, que consiste más o menos en ir escuchando una grabación en el idioma e ir repitiendo, inmediatamente después y sin parar, lo que se va oyendo. Hay un vídeo en el que explica de forma detallada cómo lo hace él:

Aparte de todas estas cosas cada vez son más los medios disponibles y la comunidad de gente que quiere aprender latín y no sólo su gramática va creciendo. En tuiter es posible encontrar alguna gente, pero para el aprendizaje se pueden encontrar varias páginas en Facebook, como por ejemplo Aprender griego en griego y otras similares, en los que los miembros siguen a veces alguno de los manuales expuestos o se preguntan dudas o exponen consejos.

Espero que los manuales o consejillos que he tratado aquí sirvan a aquellos que quieran aprender griego pero no tengan ni idea de cómo o por dónde empezar. Si gracias a esta pequeña entrada ahorro a alguien tiempo de trabajo y facilito su camino hacia el helenismo, haber expuesto esta información habrá valido la pena. Ἔῤῥωσο.

5 comentarios leave one →
  1. Joaquín permalink
    05/04/2021 10:53 pm

    Muchas gracias por la entrada. Estoy con el capítulo VII de Athenaze, no se si a estas alturas todavía compensaría empezar Assimil de 0. Por otra parte me han comentado del método Polis… pero veo que no lo nombras mucho… ¿no está pensado para autodidactas? Gracias!

  2. estoymirando permalink
    26/07/2021 1:55 pm

    El problema que le veo al método de Assimil es que está en francés y en italiano, ¿qué pasa con los que sólo chapurreamos la lengua de Cervantes y un poco de inglés?

    • Alvarus permalink*
      06/08/2021 1:14 pm

      Es un problema, pero es una cuestión que también se da con el Ἀθήναζε, cuya versión buena también está en italiano. A malas se pueden usar los métodos de Assimil de dichos idiomas para aprender a chapurrearlos y defenderse, o usar Google Translate si se tiene paciencia, pero al final habrá que ver si alguien se anima a ofrecer a la editorial una traducción española.

    • oiAndres permalink
      31/03/2023 12:02 am

      Puedes usar el Athenaze (versión en inglés, a mi parecer es mejor que la versión italiana, en general es un método aburridor y hacerlo más extenso solo lo hace peor), viene con un manual para el profesor (Athenaze: An Introduction to Ancient Greek, Book 1 – Teacher’s Handbook, también hay para el libro 2) en el que están los traducciones de todos los textos, lo podrías usar como un assimil sin problema, solo que no tendría la traducción paralela, el problema es que no tiene audios, para mi la parte más importante de cualquier método para aprender idiomas (no tiene, y los que se encuentran no son tan buenos).

      Otra opción similar pero por mucho mejor es el Reading Greek (JACT), la guía para el estudiante independiente tiene las traducciones de todos los textos y las soluciones a los problemas, tiene audios (no los mejores, pero a nada).
      Reading Greek a mi parecer es superior al Athenaze por muuuucho. Si fuera yo y no supiera francés (no sé y por eso no lo uso) utilizaria el Assimil para ayudarme a aprender la pronunciación y haría mis propios audios para el Athenaze o el Reading Greek y mi propia versión paralela. Se procesan los textos con OCR con GImageReader y Tesseract, se corrigen los errores y copy paste a un documento con dos columnas.
      Otra opción son los audiolibros de https://ancientgreek.eu/ para mi la mejor pronunciación reconstruida. Tiene audios para la primera y segunda parte de A Greek Boy at Home, se puede encontrar los textos con una traducción al inglés en linea. Solo sería cuestión de crear el texto paralelo en word. Otra opción sería usar el Genesis 01 VIDEO on https://ancientgreek.eu/audiobooks/genesis-01.html para aprender la pronunciación básica, el pago es el que uno estime desde 1 dolar mínimo. También se encuentra fácilmente la traducción de la biblia a cualquier idioma, solo sería cuestión de crear uno mismo el texto paralelo, después de tener una noción de la pronunciación podría crear uno mismo audios ya sea para el Athenaze o Reading Greek. El mayor problema del Athenaze es que no tiene audios y que lo suelen usar con el método gramática – traducción, pero no es necesario, la traducción ya esta hecha. Solo sería cuestión de crear audios, y usarlo exactamente como un Assimil.

  3. Claudio permalink
    23/08/2021 7:59 pm

    Muy completo tu panorama. Personalmente aprendí un poco de griego moderno antes de aventurarme con el antiguo. Luego encaré el Alexandros de cultura clásica y apenas tuve dificultades para comprender los textos de los primeros capítulos. Aunque todavía me falta recorrer trecho, recomiendo mucho esta vía.

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