Saltar al contenido

Reseña sobre el método de aprendizaje de idiomas de la editorial Assimil

09/01/2020

En esta reseña me centraré en el método de la editorial Assimil para el aprendizaje de idiomas por autodidactas, dado que no existen en español muchas fuentes que traten este asunto y considero que puede aportarse una visión más completa desde la propia experiencia.

En esta entrada trataré los puntos siguientes:

  • Descripción general del método.
  • Descripción de la estructura de los libros.
  • Consejos varios de uso.

 

Descripción general del método:

La editorial Assimil es una editorial francesa que viene publicando métodos para el aprendizaje autodidacta de idiomas desde 1929.

Los libros que edita suelen estar con explicaciones en francés, pero también los hay con explicaciones en español, inglés y otros idiomas (desgraciadamente, no todos los métodos cuentan con explicaciones en todos los idiomas principales, la mayor parte de los libros y de los idiomas más raros sólo tienen explicaciones en francés).

El método se basa en lo que desde la propia editorial llaman asimilación intuitiva, y que ponen en práctica a través de diálogos cortos con traducción del texto en la página opuesta (también de manera literal, para poder ver la estructura de las oraciones, en los casos en que la lengua haga mucho cambio o se trate de expresiones figuradas) y también con notas a lo largo del texto que explican alguna cuestión gramatical o cultural que aparezca a lo largo del diálogo.

Los textos suelen ser razonablemente cortos y en las primeras lecciones suelen explicarse cuestiones básicas como el alfabeto, si es diferente al latino, la pronunciación, la escritura de las letras… Además, en algunos casos las primeras lecciones son extremadamente sencillas con el objetivo de proporcionar unas bases sobre las que construir, aumentando la complejidad y longitud de los textos según se avanza.

Las lecciones, además, incluyen al final de cada una uno o dos ejercicios para practicar lo aprendido durante la misma y que suelen ser bien un ejercicio de frases a traducir del idioma que se está aprendiendo, bien otro ejercicio de completar los huecos. Ambos tipos de ejercicios cuentan también con sus correcciones, cosa que es bastante útil, como veremos más adelante.

Además, cada siete lecciones, por tanto, cada semana si se hace una lección al día, se van intercalando lecciones de explicación y de repaso en las que se recapitula lo visto durante esa semana. Estas lecciones de repaso suelen incluir tablas que presentan la conjugación de tiempos verbales que se han visto de manera parcial a lo largo de las lecciones, cuestiones varias de gramática, uso de estructuras, preposiciones, diferencias entre tal y cual verbo o sus modos de uso, etc. En estas lecciones los ejercicios habituales se sustituyen por un diálogo de repaso que recoge estructuras y vocabulario de las lecciones precedentes para afianzar los mismos.

Existen varias colecciones o series de libros de la editorial Assimil. Sin embargo, los más importantes son la colección Sin esfuerzo (Sans peine) y Perfeccionamiento (Perfectionnement). La colección Sin esfuerzo, dependiendo del idioma que se quiera aprender, va a tener entre 70 o 100 lecciones, aunque hay algún libro que excepcionalmente tiene 120. En los libros de esta colección se enseña el idioma desde prácticamente cero: cuestiones básicas sobre el alfabeto, la pronunciación y la gramática y se va construyendo a partir de ahí con diálogos, que pueden ser independientes o tener una unidad y contar una historia (o hacerlo sólo durante unos cuantos capítulos). En general las lecciones suelen ser independientes, con personajes y situaciones variadas: no suele haber en estos métodos una unidad argumental. Dependiendo del idioma, al terminar el libro se debería haber alcanzado un nivel similar a un B1, aunque yo particularmente recomendaría leer y escuchar el texto varias veces más hasta absorber todo lo que el libro pueda ofrecer.

Por su parte, la colección Perfeccionamiento ofrece un nivel superior y se dedica a pulir y ampliar el vocabulario y la gramática del idioma, proporcionando información cultural, fraseología, explicando cuestiones gramaticales y usos con mayor profundidad, y que, según la propia editorial, está destinada a ampliar la fluidez del idioma hasta aproximadamente un C1.

Los propios libros incluyen una serie de explicaciones sobre cómo han de usarse y que trataré más adelante en la sección  sobre consejos de uso, pero puedo adelantar que la editorial pretende que se estudie una lección diaria aproximadamente, no debiendo llevar más de 45 minutos hacerlo. No se trata tanto de aprender cosas de memoria sino de, fijándose en los diálogos, comparando las traducciones, prestando atención a las notas y escuchando los audios varias veces, pasar a entender lo que se está diciendo por los personajes, aunque no se entiendan del todo los mecanismos gramaticales que se utilizan (y que se acabarán explicando antes o después en el propio libro). Lo importante es asimilar el idioma y ser capaz de reconocer las estructuras y el vocabulario a base de lectura y de escuchar; el tiempo, la repetición y el uso se encargarán de que el estudio fructifique.

 

Estructura del método:

Los métodos de la editorial Assimil (en sus colecciones Sin esfuerzo y Perfeccionamiento) tienen también una estructura general a lo largo de los libros, que los divide claramente en dos partes o fases principales. Por un lado, la fase pasiva; por otro lado, la fase activa.

Fase pasiva:

El objetivo establecido para el alumno durante la fase pasiva es familiarizarse con el idioma, adquirir un conocimiento de las cuestiones gramaticales propias del mismo y un vocabulario cada vez mayor. A lo largo de esta fase, que suele abarcar las primeras 50 lecciones de los libros de la colección Sin esfuerzo, el alumno lee las lecciones y los textos propuestos, lee las traducciones (literales o no), las compara con el texto original, se ayuda de las notas que se proporcionan para aclarar algún punto que puede resultar confuso, y desentraña el texto, que suele ser sencillo y aprovecha estructuras y vocabulario ya visto en otras lecciones, de modo que se presentan novedades de manera gradual. Esto debería hacerse también utilizando los audios de cada método, para acostumbrar el oído y sobre todo para producir automatismos en la mente y hacer que se reconozcan mejor el vocabulario y las estructuras. Una vez se logra entender el texto leído en varias pasadas prestando atención a las explicaciones, debería escucharse unas cuantas veces para fijarlo en la mente y asegurarse de que se entiende bien.

Por último, se puede pasar a los ejercicios de la lección, que serán, como digo, un ejercicio para traducir frases y otro para completar huecos en una determinada frase, ambos con correcciones.

Fase activa:

Tras unas semanas o meses, según el ritmo de aprendizaje, alrededor de la lección 50 de cada libro se pasa a la fase denominada activa, que suele avisarse por parte del propio libro en la lección 49 y para la que suelen incluirse instrucciones sobre cómo proceder.

De la lección 50 en adelante, el plan es continuar como se venía haciendo en la fase pasiva, es decir, escuchando, leyendo, haciendo los ejercicios, aprendiendo vocabulario. La gran diferencia que implica la denominada segunda ola es que, correlativamente a cada nueva lección, tendremos que volver sobre una lección pasada que se nos indique para intentar traducir la misma del idioma de las explicaciones al idioma que estamos aprendiendo.

De esta forma, aparte de estudiar la lección 50 como veníamos haciendo, al final de la misma se nos añade un recordatorio para acudir a la lección 1 y traducirla. De este modo nos forzamos a nosotros mismos a recordar el vocabulario de la misma y a producir el idioma por nosotros mismos, con todas sus peculiaridades. Por supuesto, para cuando lleguemos a la lección 50 lo que estudiamos en la 1 nos parecerá más sencillo, pero igualmente el hecho de espaciar el repaso nos ayudará a recordar la cosas ya vistas.

La segunda ola se desarrolla igual hasta el final del libro: terminada la lección 51, repasaremos la 2; terminada la 52, la 3, y así sucesivamente.

Respecto de esta ola de repaso o de fase activa, hay que señalar que las instrucciones que proporcionan los libros de Assimil son algo escuetas, aunque generalmente coincidentes en que nos centremos en la producción activa del idioma, con posibilidad de autocorregirnos con el original. En este punto, cada maestrillo tiene su librillo: algunos libros de Assimil recomiendan volver a leer la lección de repaso, escucharla y hacer los ejercicios a la manera usual. Otros proponen leer el texto una vez, escuchar los audios, e intentar reconstruir el texto original basándose en las traducciones (y corrigiéndose uno mismo posteriormente). Otros proponen sólo escuchar unas cuantas veces la lección y pasar a reconstruir el texto original a partir de las traducciones…

Las instrucciones que se proporcionan por la editorial son en buena medida similares, pero estimo que cada uno ha de buscar el procedimiento que lo favorezca más y hacerse un método a medida. Igual que la ropa de una tienda no siempre nos queda bien del todo una prenda y hay que encargar arreglos, no a todo el mundo le funciona el mismo truco en lo que a aprender idiomas se refiere (y mucho menos de forma autodidacta). Cuestión que nos lleva a tratar modos de uso del propio libro, por lo que intentaré hacer un repaso de diferenodos que puedan usarse, por si se quiere elegir alguno de ellos o combinarlos.

Consejos de uso:

Voy a reseñar algunas estrategias o métodos que conozco o he utilizado cuando he aprendido un idioma con Assimil. He de advertir previamente que los idiomas aprendidos gracias a este método son alemán, latín y griego clásico.

Aunque las instrucciones sobre cómo realizar una lección con el libro suelen ser suficientemente claras, siempre pueden cambiarse el orden o las repeticiones de las mismas para dar mayor solidez según se va aprendiendo.

Cuando hacía las lecciones de griego procuraba, aparte de leer, escuchar y hacer los ejercicios (que hacía copiándolos en cuaderno u hoja aparte), también copiar el texto de la propia lección. Primero leía la frase en concreto, y luego la iba copiando a mano mientras leía despacio cada palabra. Una vez copiada la frase, la leía entera otra vez. Este método es el que Alexander Arguelles ha denominado shadowing, y que puede consultarse aquí, o en el vídeo de Youtube donde él mismo lo explica con pelos y señales.

Aparte de esto he de insistir en la importancia de aprender vocabulario, más allá de la mera gramática. A tal efecto yo utilizaba fichas de vocabulario en papel, aunque también he usado programas gratuitos como Anki. Saqué la idea de las fichas de vocabulario tras leer este texto en inglés de Avitus. El conocimiento de vocabulario y su retención me parecen de una importancia crucial, y más en lenguas como el latín o el griego. La gramática, pese a su complejidad, acaba en determinado punto: el vocabulario es infinito. Por toda Internet pueden encontrarse ejemplos y consejos sobre cómo usar fichas de vocabulario, y espero poder hacer una descripción de mi método en el futuro en este blog, así que no insistiré mucho más.

 

Deja un comentario